Cuba intensifica controles en aeropuertos ante el auge del tráfico ilegal de divisas
La Aduana de Cuba ha anunciado este lunes un reforzamiento en sus controles debido al incremento significativo del tráfico ilegal de divisas en los aeropuertos del país.
La medida, que responde a un auge en el número de personas que intentan sacar dinero de manera oculta, ha sido comunicada por el vicejefe de la Aduana, quien señaló que los viajeros recurren a métodos cada vez más sofisticados para evitar ser detectados.
El trasfondo de esta situación está directamente relacionado con la política monetaria de la isla, que permite la entrada y salida de hasta 5000 dólares o su equivalente en otras monedas libremente convertibles (MLC) sin necesidad de declaración.
Sin embargo, cuando las cantidades superan ese límite, es obligatorio solicitar una autorización previa al Banco Central de Cuba (BCC).
Este control de las divisas se ha visto reforzado en los últimos meses, cuando el gobierno ha desplegado una serie de medidas dirigidas a frenar la compraventa de divisas extranjeras en el mercado informal, un espacio que ha crecido de manera exponencial en medio de la escasez de efectivo en las casas de cambio oficiales.
La intervención del Banco Central y la escasez de divisas
Desde finales de 2023, las autoridades cubanas han reconocido la necesidad de intervenir en el mercado cambiario.
En un anuncio hecho a finales del año pasado, el primer ministro Manuel Marrero Cruz declaró que el gobierno «tomaría control» del mercado de divisas a partir de enero de 2024.
No obstante, a día de hoy, no se han concretado medidas específicas en ese sentido. Este vacío de acción concreta ha generado una creciente incertidumbre entre la población y los actores económicos que dependen de la disponibilidad de divisas para sus operaciones diarias.
El mercado cambiario en Cuba ha estado históricamente controlado, con una tasa de cambio fija que no refleja las dinámicas reales de oferta y demanda.
Sin embargo, en el mercado informal, la situación es muy distinta: el valor del peso cubano fluctúa libremente en función de las necesidades y capacidades de los individuos, lo que ha provocado una apreciación sustancial del dólar y el euro frente a la moneda nacional.
Este fenómeno ha sido monitoreado de cerca por medios independientes como elTOQUE, que calcula diariamente el valor de estas divisas en el mercado no estatal, donde la diferencia con la tasa oficial es significativa.
La lucha contra el mercado informal de divisas
Uno de los puntos más destacados en la agenda del gobierno cubano es la erradicación del mercado informal de divisas.
Durante el balance anual del Banco Central de Cuba (BCC), realizado en abril pasado, Marrero Cruz instó a la población a «enfrentar» el mercado no oficial y subrayó la necesidad de eliminar la dualidad cambiaria que ha fragmentado la economía del país durante años.
Esta dualidad, donde coexisten el peso cubano (CUP) y el dólar, ha generado distorsiones en los precios y ha afectado gravemente el poder adquisitivo de la población.
A pesar de los intentos del gobierno de controlar el flujo de divisas, expertos consideran que el auge del mercado informal es consecuencia directa de un mal diseño de las políticas económicas.
La falta de una estrategia clara y efectiva ha permitido que el mercado informal siga prosperando, con tasas de cambio mucho más atractivas que las ofrecidas en las casas de cambio oficiales.
El precio del dólar y el euro en el mercado informal
Esta semana, los valores de las principales divisas extranjeras en el mercado informal reflejaban la gravedad de la situación. Según datos proporcionados por elTOQUE, el dólar estadounidense se cotizaba a 320 pesos cubanos, mientras que el euro alcanzaba los 330.
Estas cifras representan un aumento considerable respecto a los valores oficiales y son un claro indicador de la crisis que atraviesa la economía cubana, incapaz de satisfacer la demanda de divisas con los recursos disponibles en los canales formales.
La creciente disparidad entre las tasas de cambio oficiales y las del mercado informal plantea un desafío considerable para el gobierno, que debe encontrar una solución eficaz para controlar el flujo de divisas sin agravar la ya precaria situación económica del país.
La falta de divisas en los canales oficiales ha dejado a los ciudadanos sin más opción que recurrir al mercado negro, lo que a su vez perpetúa el ciclo de inflación y devaluación del peso cubano.
La intensificación de la vigilancia aduanera en los aeropuertos de Cuba es solo una medida más en la lucha del gobierno por contener el creciente tráfico ilegal de divisas.
Sin embargo, la raíz del problema parece estar más ligada a un mal diseño de las políticas económicas y a la incapacidad de las casas de cambio oficiales de suplir la demanda de dólares y euros.
Con un mercado informal en auge y sin soluciones concretas a la vista, la economía cubana enfrenta un panorama incierto, marcado por la devaluación constante del peso cubano y la necesidad urgente de reformas estructurales que estabilicen el sistema cambiario.
