La Serie Intercontinental de Béisbol en Barranquilla es cancelada por presiones políticas
La esperada Serie Intercontinental de Béisbol, que iba a celebrarse en Barranquilla (Colombia) entre el 26 de enero y el 1 de febrero de 2024, ha sido cancelada de forma repentina por motivos políticos.
La participación de un equipo disidente cubano provoca la suspensión
El torneo, que contaba con el aval de la organización Team Rentería USA, iba a contar con la participación de equipos de países como Colombia, Curazao, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.
Sin embargo, la presencia confirmada de un conjunto de jugadores cubanos exiliados agrupados en la Federación Profesional Cubana de Béisbol (FEPCUBE) ha motivado la drástica cancelación del evento.
Según han declarado varias fuentes cercanas a la organización del evento, la presión ejercida de forma coordinada por las autoridades deportivas de Cuba y el gobierno de Colombia, liderado por el presidente Gustavo Petro, ha sido determinante para forzar la suspensión del torneo unos días antes de su inicio.
La FEPCUBE denuncia la connivencia de La Habana y Bogotá
La FEPCUBE, entidad disidente no reconocida por el régimen cubano, ha emitido un duro comunicado denunciando la «connivencia» entre los gobiernos de Cuba y Colombia para impedir su participación en el evento deportivo.
«El despotismo de los gobiernos colombiano y cubano rompe con los preceptos del deporte libre y es una agresión directa a la democracia, que no dejaremos de denunciar», señala el mensaje de la federación cubana.
Pese a que el equipo cubano exiliado estaba dispuesto a participar sin portar símbolos patrios de la isla para evitar controversias, las presiones políticas han sido insalvables.
«Ha sido tanto el impacto mediático, cívico y político del equipo de FEPCUBE, que forzó a la dictadura que gobierna Cuba a mover sus tentáculos fuera de sus fronteras para impedir nuestra participación en la Serie Intercontinental», afirma el comunicado.
Colombia esgrime motivos formales para no avalar el torneo
Por su parte, el gobierno de Colombia ha esgrimido argumentos formales y burocráticos para retirar su aval a la celebración del torneo.
El Ministerio de Deportes y el Comité Olímpico Colombiano emitieron un comunicado señalando que «no era posible otorgar el aval para la realización del torneo, además del no reconocimiento al equipo FEPCUBE, que es uno de los equipos participantes».
Previamente, las autoridades colombianas ya habían advertido que no reconocían a la FEPCUBE ni el uso de los símbolos patrios de Cuba por parte de ese equipo.
Decepción entre organizadores y aficionados
El repentino veto al torneo ha causado decepción entre los organizadores. El Team Rentería USA ha señalado en un comunicado que la cancelación se ha debido a «motivos ajenos» a ellos, y que los demás equipos y ligas implicadas habían confirmado su plena disposición a participar.
Los miles de aficionados que tenían entradas ya adquiridas para presenciar la Serie Intercontinental también han visto frustradas sus expectativas. El Team Rentería USA ha anunciado que devolverá el 100% del importe abonado por las localidades.
Aunque los promotores del evento deportivo han afirmado que intentarán organizar la Serie Intercontinental en otro país, por el momento el veto político ha frustrado la celebración de un torneo que prometía gran interés mediático y deportivo.
Polémica entre Cuba y peloteros disidentes
Este nuevo episodio se enmarca en la creciente polémica entre las autoridades deportivas de Cuba y los jugadores de béisbol que han abandonado el país para jugar en ligas profesionales, especialmente en Estados Unidos.
La FEPCUBE agrupa a relevantes jugadores cubanos exiliados, como los hermanos Lourdes y Yulieski Gurriel, Aroldis Chapman o Yandy Díaz. La existencia de esta federación disidente resulta incómoda para el régimen de La Habana, que ha presionado para evitar cualquier iniciativa que le otorgue visibilidad, como sucedería con su participación en la Serie Intercontinental.
El episodio confirma la creciente dimensión política en el histórico conflicto deportivo entre Cuba y los peloteros que han emigrado al profesionalismo en el exterior. Por el momento, las presiones políticas de La Habana han conseguido frenar la participación del equipo disidente en un torneo de alto nivel, pero la polémica está servida.
