Inversiones mineras en Cuba en peligro por dificultades de Sherritt y Antilles Gold
La industria minera, una de las principales fuentes de ingresos de Cuba, se encuentra en una situación crítica debido a las graves dificultades financieras que enfrentan dos de sus socios clave: la empresa australiana Antilles Gold y la canadiense Sherritt International.
Ambas compañías atraviesan profundas crisis que amenazan con comprometer seriamente sus operaciones e inversiones en la isla caribeña, situación que mantiene en vilo al Ministerio de Energía y Minas de Cuba, aunque oficialmente no se ha pronunciado al respecto.
El caso de Antilles Gold y Cuba
La advertencia sobre esta delicada situación fue planteada inicialmente por el empresario William Pitt, heredero de varios yacimientos mineros confiscados por Fidel Castro en 1960.
Recientemente, Pitt ha llamado la atención sobre dos acontecimientos que tendrán un impacto directo en la minería cubana: la elección de una nueva junta directiva en Sherritt, prevista para este jueves 10 de mayo, y el fracaso de un proceso legal que Antilles Gold esperaba ganar para obtener los fondos necesarios para viabilizar sus planes de extracción de minerales en la isla.
En el caso de Antilles Gold, la empresa había iniciado una querella contra la República Dominicana por el impago de 45 millones de dólares.
Confiando en un fallo favorable, la compañía australiana ya había trazado planes para la extracción de oro, plata y cobre en las minas cubanas de Vega Grande, Buey Cabón y La Cristina, propiedades que anteriormente pertenecían a la familia Pitt-Wasmer.
Cuba busca desesperadamente inversiones extranjeras para revitalizar industria alimentaria en crisisSin embargo, la Corte Suprema dominicana solo accedió parcialmente a las demandas de Antilles Gold, lo que obligó a elevar el proceso al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial en Washington.
Según explica Pitt, el Centro dictaminó que Antilles Gold solo tiene derecho a recibir 3.128.581 dólares, una decisión que representó un duro golpe para la empresa y que fue calificada de “decepción” por sus directivos.
Después de descontar los costos judiciales, estimados en 1.313.400 dólares, la cantidad que le quedaría a Antilles Gold para invertir en Cuba sería de solo 2.626.860 dólares, una suma insuficiente para llevar a cabo sus planes de extracción, sobre todo considerando los gastos y pérdidas adicionales que debe afrontar la compañía tras el fracaso en República Dominicana.
Pitt señala que los economistas que estudian el mercado mundial de minerales recomiendan firmemente a los accionistas de Antilles Gold vender sus acciones para evitar pérdidas económicas, ya que no vislumbran un futuro favorable para la compañía.
¿Qué pasa con la Sherritt?
En cuanto a Sherritt International, la situación tampoco es alentadora.
Además del desplome de los precios del níquel y el cobalto en el mercado mundial, la empresa canadiense enfrenta una división interna entre sus accionistas, quienes se han agrupado en facciones cada vez más autónomas.
La destrucción de la economía cubana: el rol de Gaesa y la inflación galopanteSherritt, que tiene intereses en las minas cubanas de Moa y Punta Gorda en Holguín, no ha logrado que la producción en la isla alcance los niveles esperados.
Según Pitt, el problema más crítico para Sherritt es que una facción de accionistas ha creado una sociedad limitada llamada SC2 con el objetivo de “hacer una oferta para comprar más de 21.000.000 acciones de Sherritt a un precio superior y así crear un accionista importante”.
Sin esta “entidad dentro de la entidad” que tome decisiones y aporte más dinero, “el desempeño financiero de Sherritt tiene pocas posibilidades de mejorar”, afirma el empresario.
El grupo SC2 ha nominado a un candidato para presidir la junta directiva de Sherritt, pero la actual directiva no lo aprueba, lo que augura un cisma inminente.
La decisión se tomará este jueves y, sin duda, tendrá repercusiones en el futuro de las inversiones mineras en Cuba, país que ha tenido que recurrir al llamado “canje del cobalto” como forma de pago de sus millonarias deudas con la entidad canadiense, lo que implica la sobreexplotación de minas cubanas.
Pitt asegura que “todos estos problemas reducen cualquier plan de ampliar negocios en Cuba y por eso Cuba también sufrirá económicamente”.
El enigma del desplome de las divisas en Cuba: ¿revalorización del peso o manipulación del mercado?No obstante, ve un aspecto positivo: la crisis “reducirá la explotación de las propiedades mineras en Moa y Punta Gorda que pertenecen a la familia Pitt-Wasmer, localizadas en el área de las nuevas extensiones mineras que Cuba ha otorgado a Sherritt”.
Cuba tiene problemas con el níquel
Un artículo reciente de Inter Press Service (IPS) retoma las declaraciones del director de Minería en Cuba, Joaquín Ruiz Quintana, quien en abril pasado reconoció a Telesur que, si bien los planes de La Habana para el futuro minero del país son ambiciosos, la “obsolescencia tecnológica” y el “tiempo y los dineros perdidos” los lastran.
Cuba ha llegado a estar entre los primeros productores de níquel del mundo, pero la caída ha sido notable: en 2016 llegó a producir 50.000 toneladas métricas del metal, mientras que ahora apenas alcanza las 30.000.
IPS señala que “desde 2012 la producción ha ido descendiendo año a año por falta de inversiones”, aparentemente ignorando los millones de dólares que Sherritt ha entregado a Cuba.
Citando a “fuentes oficiales”, el medio asegura que la “reanimación” de la industria es inminente y pide que se realicen más estudios para valorar cuánto más níquel y cobalto podría extraerse del suelo cubano.
El Gobierno cubano no ignora la situación internacional y ya ha tomado medidas al respecto.
Economista cuestiona estrategias presentadas en Mesa Redonda sobre industria agroalimentaria en CubaComo indica el propio texto de IPS, La Habana ha puesto en marcha la llamada “cartera de oportunidades para la inversión extranjera”, un conjunto de negocios y proyectos de alianza con entidades cubanas que se ofrecen a empresarios internacionales en foros y ferias, en un intento por atraer nuevas inversiones a la maltrecha industria minera del país.