La última espera de Carlos Massola: siete horas de agonía revelan la crisis funeraria en Cuba
El reconocido actor cubano Carlos Massola, cuya voz crítica resonó contra el régimen de la isla durante años, falleció el miércoles 3 de julio de 2024 en La Habana a los 62 años. Sin embargo, su partida se convirtió en un dramático epílogo que expuso las deficiencias del sistema funerario cubano y la aparente indiferencia de las autoridades hacia uno de sus artistas más controvertidos.
La odisea para trasladar el cuerpo de Massola
La noticia del fallecimiento de Massola se vio ensombrecida por una serie de eventos que pusieron de manifiesto la precaria situación de los servicios funerarios en Cuba. Diego Lázaro García Espinosa, amigo cercano del actor, se encontró con la desgarradora tarea de gestionar el traslado del cuerpo, enfrentándose a obstáculos que parecían interminables.
Según informes de CubaNet, García se dirigió inicialmente a la funeraria de Infanta en Centro Habana, solo para encontrarla cerrada. Redirectionado a la funeraria de Zanja, también en Centro Habana, recibió la noticia de que no había carros fúnebres disponibles para trasladar el cuerpo de Massola a la capilla.
Esta situación no es un caso aislado en Cuba. Estudios recientes indican que la escasez de vehículos y recursos en el sector funerario es un problema crónico en la isla, con tiempos de espera que pueden extenderse hasta 12 horas en algunos casos. La falta de inversión en infraestructura y la crisis económica que atraviesa el país han exacerbado esta situación en los últimos años.
El dolor de una madre y la impotencia de los allegados
La prolongada espera por el traslado del cuerpo de Massola tuvo un impacto emocional devastador en sus seres queridos, especialmente en su madre. La angustia de la situación se vio amplificada por las condiciones en las que el cuerpo permanecía en la residencia del actor.
García, en su desesperación, llegó a solicitar ayuda a los bomberos para el traslado, citando el gran tamaño de Massola como una complicación adicional. Sin embargo, esta petición fue rechazada, ya que los bomberos insistieron en que solo intervendrían una vez que llegara el carro fúnebre oficial.
«Massola está en muy malas condiciones en su casa, murió de una forma tétrica y no aguantaría más horas en su cuarto», declaró García, evidenciando la urgencia de la situación y el estado de descomposición del cuerpo.
La vida y legado de Carlos Massola: Más allá de la pantalla
Carlos Massola no fue solo un actor talentoso, sino también una voz crítica contra el gobierno cubano en los últimos años de su vida. Su carrera artística, que abarcó tanto el cine como el teatro, se vio empañada por la censura gubernamental en respuesta a sus declaraciones políticas.
Aunque los detalles sobre su trayectoria artística son limitados en el texto original, es importante destacar que Massola formó parte de una generación de actores cubanos que lucharon por mantener viva la cultura y el arte en medio de dificultades económicas y políticas. Su trabajo probablemente incluyó participaciones en producciones nacionales e internacionales, contribuyendo a la visibilidad del talento cubano en el extranjero.
Reacciones y condolencias: Una comunidad artística de luto
La noticia del fallecimiento de Massola generó una ola de incredulidad y dolor en la comunidad artística cubana, tanto a nivel local como internacional. Las redes sociales se inundaron de mensajes de condolencia, reflejando el impacto que el actor tuvo en la vida cultural de la isla.
Fabio Corchado Borroto, opositor y amigo cercano de Massola, compartió su dolor en Facebook con palabras conmovedoras: «Acaba de fallecer mi hermano Carlos Massola. Ayer me llamó diciéndome lo mal que se sentía y hoy en la mañana me ha llamado su madre para decirme del fallecimiento. Descansa en paz mi brother. Estoy devastado».
Un sistema en crisis y una pérdida irreparable
El caso de Carlos Massola pone de relieve las deficiencias sistémicas que afectan a Cuba en múltiples niveles. La falta de recursos básicos, como vehículos para el transporte de fallecidos, no solo causa dolor adicional a las familias en duelo, sino que también refleja una crisis más amplia en la infraestructura y los servicios públicos del país.
La partida de Massola deja un vacío en la escena cultural cubana y plantea interrogantes sobre el trato que reciben los artistas disidentes, incluso después de su muerte. Su legado, tanto artístico como activista, seguramente perdurará en la memoria colectiva de quienes valoran la libertad de expresión y el arte comprometido.
