Crisis en el ring: boxeo olímpico cubano sufre su peor actuación en seis décadas en París 2024
Los Juegos Olímpicos de París 2024 están marcando un hito negativo para el boxeo cubano, tradicionalmente considerado como el «buque insignia» del deporte en la isla caribeña.
La eliminación del boxeador Saidel Horta en la categoría de 57 kg ante el kirguís Munarbek Seitbek ha puesto de manifiesto lo que los expertos ya venían advirtiendo: estamos ante la peor actuación del boxeo olímpico cubano en casi seis décadas.
Un mal rendimiento sin precedentes
El periodista deportivo Francys Romero ha calificado esta actuación como la más deficiente desde los Juegos Olímpicos de México 1968.
En aquella ocasión, Cuba regresó con dos medallas de plata. Sin embargo, la situación actual es aún más preocupante. De los cinco púgiles que iniciaron la competición, solo quedan tres con posibilidades de obtener medallas.
Es importante destacar que, desde 1968, el equipo cubano de boxeo nunca había obtenido menos de cuatro medallas en unos Juegos Olímpicos.
El punto más bajo hasta ahora se había registrado en Londres 2012, donde consiguieron precisamente ese número mínimo.
La metáfora utilizada por Romero, «el barco haciendo aguas por la proa», ilustra de manera vívida la crisis que atraviesa este deporte emblemático para Cuba.
La caída de los favoritos: sorpresas y decepciones
El caso de Saidel Horta es particularmente llamativo. Considerado favorito para obtener la medalla de plata en su categoría según la prestigiosa revista Sports Illustrated, su derrota ante Munarbek Seitbek de Kirguistán, quien era visto como candidato al bronce, ha sido un duro golpe para las aspiraciones cubanas.
El entrenador Rolando Acebal ofreció su análisis sobre la derrota de Horta. Según él, aunque el boxeador cubano dominó el primer asalto, cometió errores tácticos en el segundo round.
«Se dejó atacar, comenzó a hacer defensa y cayó en los agarres, una conducta ajena a lo orientado», explicó Acebal.
La situación se complicó aún más en el tercer asalto cuando Horta sufrió un corte en el rostro, lo que llevó a la detención del combate por parte de los médicos debido al sangrado.
Cubanos compitiendo por otros países
Otro episodio que ha sacudido al boxeo cubano en estos Juegos fue la derrota de Julio César La Cruz, doble campeón olímpico y favorito al oro en su categoría, ante Loren Alfonso, un boxeador cubano que ahora representa a Azerbaiyán.
Este encuentro, que terminó con una decisión dividida de 3-2 a favor de Alfonso, no solo privó a Cuba de una de sus principales esperanzas de medalla, sino que también puso de relieve el fenómeno de la diáspora deportiva cubana.
Las últimas esperanzas para el “buque insignia”
A pesar del panorama sombrío, Cuba aún mantiene algunas posibilidades de medalla.
Erislandy Álvarez (63,5 kg), Alejandro Claro (51 kg) y Arlen López (80 kg) continúan en competencia.
Erislandy Álvarez aseguró la primera medalla para Cuba al ganar el bronce tras vencer al tailandés Bunjong Sinsiri. Con el mismo ímpetu desplegado para celebrar sus dos victorias anteriores, Álvarez aniquiló las aspiraciones del campeón asiático. La victoria por 5-0 dejó clara su superioridad en el ring, destacándose por su variedad y combinación de golpes.
Este logro es un alivio para la delegación cubana, y Álvarez buscará avanzar aún más cuando se enfrente al georgiano Lasha Guruli por la medalla de plata el próximo domingo.
Este viernes, Claro y López también intentarán acceder al cuadro de medallistas enfrentándose al local Billal Bennama y al uzbeko Turabek Khabibulllaev, respectivamente.
¿Y el futuro?
Esta crisis sin precedentes en el boxeo olímpico cubano plantea serias interrogantes sobre el futuro de este deporte en la isla.
¿Se trata de un bache temporal o es el reflejo de problemas más profundos en el sistema deportivo cubano? ¿Cómo afectará esta actuación a la percepción del boxeo como deporte nacional en Cuba? ¿Qué medidas deberán tomarse para revertir esta tendencia negativa de cara a futuros eventos internacionales?
Sin duda, los resultados de París 2024 marcarán un antes y un después en la historia del boxeo olímpico cubano, obligando a una profunda reflexión y posiblemente a una reestructuración de los programas de entrenamiento y selección de talentos en la isla.
