Cuba exime de visado a turistas chinos y búsquedas vacacionales se disparan un 40%
El reciente anuncio del Gobierno cubano de eximir a los ciudadanos chinos del requisito de visa para ingresar al país como turistas ha generado un considerable aumento en las búsquedas y reservas de paquetes vacacionales con destino a la isla caribeña.
Según informes de la prensa oficial china, las principales plataformas de viajes registraron un incremento del 40% en las consultas por hoteles y vuelos hacia Cuba, apenas media hora después de darse a conocer la noticia.
Esta medida, impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, tiene como objetivo fomentar el turismo y facilitar el flujo de viajeros entre ambos países, fortaleciendo así los lazos de amistad y cooperación existentes.
La exención de visa se aplicará a los ciudadanos chinos que deseen ingresar o transitar por Cuba, permitiéndoles permanecer en el país por períodos inferiores a 90 días.
Sin embargo, aquellos que viajen con fines de trabajo, estudio, residencia, reportajes periodísticos o cualquier otra actividad distinta al turismo, deberán solicitar el visado correspondiente siguiendo los procedimientos habituales.
Cabe destacar que, al menos por el momento, esta facilidad migratoria no contará con reciprocidad por parte de China, un aspecto que ya ha sido cuestionado por gran parte de la población cubana.
Muchos isleños expresan su deseo de que el gigante asiático otorgue las mismas facilidades a los viajeros cubanos, como muestra de la hermandad y amistad entre ambos pueblos.
El interés de China por fomentar el turismo de sus ciudadanos hacia Cuba se ha visto impulsado en los últimos años, a medida que ha disminuido la afluencia de visitantes europeos, tradicionalmente uno de los principales mercados emisores de turistas para la isla.
El mercado chino es muy codiciado por las grandes potencias turísticas debido a su enorme población y al alto gasto promedio que realizan sus viajeros en el extranjero.
Según un informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT) de 2019, los turistas chinos gastaron un total de 277.000 millones de dólares en sus viajes al exterior, casi el doble que los estadounidenses, que ocuparon el segundo lugar con 144.000 millones de dólares.
La estrecha relación entre los gobiernos de Cuba y China ha facilitado el acceso de la isla al mercado turístico chino en los últimos meses.
Aunque el número de visitantes chinos aún es relativamente bajo, con 3.659 turistas en 2023, frente a 2.949 en 2022 (un aumento del 24%), se espera que la reapertura de la ruta aérea directa Pekín-La Habana a partir del 17 de mayo, operada por Air China, contribuya significativamente a incrementar estos flujos.
Según plataformas de viajes chinas, el costo promedio de estos vuelos directos ronda los 8.200 yuanes (1.132 dólares) para el trayecto de ida y 5.700 yuanes para el de vuelta, con dos frecuencias semanales.
Además, desde el 28 de abril, existe una alternativa con escala en Madrid, considerada la ruta más larga del mundo por la prensa local, con 17.500 kilómetros y 23 horas 20 minutos de duración.
Expertos consultados por medios chinos destacan la importancia de esta medida para mejorar la conectividad y la integración de Cuba en las cadenas de valor mundiales, crucial para el desarrollo de un país insular y de pequeño tamaño.
La reanudación de los vuelos directos supone un avance en las relaciones bilaterales y promueve la cooperación Sur-Sur, mitigando el impacto del embargo estadounidense sobre la economía cubana.
Desde la perspectiva china, esta exención de visado abre caminos no solo para el turismo, sino también para la cooperación en áreas como la industria y el comercio, según expertos en derecho de la región latinoamericana y caribeña.
Por su parte, las autoridades cubanas han intensificado sus esfuerzos por captar el mercado turístico chino, como lo demuestra el viaje del primer ministro Manuel Marrero a China en noviembre de 2023.
Durante su visita, Marrero concedió entrevistas destacando detalles como la inclusión de jarras eléctricas para hervir agua en las habitaciones de hoteles, adaptando la oferta a las costumbres y preferencias de los viajeros chinos.
El ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García Granda, ha expresado su confianza en que la isla está preparada para competir en calidad y ofertas con otros destinos de la región, y ha anunciado la intención de potenciar los viajes de contenido cultural, más allá del tradicional sol y playa, para atraer a los turistas chinos.
«China es un país independiente, libre, y yo creo que nos permite realmente hacer nuestro trabajo, crearle productos y competir con calidad para que cada vez más chinos visiten nuestro país», afirmó García Granda en una entrevista reciente.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo de la prensa oficial china por esta medida, no se han advertido las precarias condiciones que enfrentan los viajeros en Cuba actualmente, como la escasez de medicamentos y alimentos.
Esta situación ha llevado al Gobierno canadiense, principal mercado turístico para la isla, a emitir una advertencia a sus ciudadanos sobre las carencias existentes en el país, aunque hasta el momento no ha tenido un impacto significativo en los flujos de turistas canadienses.
El sector turístico cubano aún no se ha recuperado de los estragos causados por la pandemia de COVID-19, y sigue muy por debajo de su récord histórico de 4,68 millones de visitantes internacionales alcanzado en 2018.
Para 2024, el objetivo es recibir 3,2 millones de turistas, una meta que ya se encuentra en riesgo según los datos del primer trimestre.
