Dependencia de importaciones y retroceso en renovables: las marcas de la crisis eléctrica en Cuba
En los últimos cuatro años, desde 2019 hasta 2023, Cuba ha experimentado una notable reducción del 26% en su generación de electricidad.
Esta disminución ha afectado significativamente tanto a los servicios públicos como a los autoproductores, sectores que incluyen industrias clave como la del azúcar y la del níquel.
Esta tendencia descendente es atribuida, en gran medida, a la crisis económica actual que atraviesa el país.
El analista económico Pedro Monreal ha subrayado que si esta tendencia continúa, la capacidad de Cuba para apoyar una recuperación económica se verá seriamente comprometida.
Por ejemplo, la industria azucarera, una de las más importantes para la economía cubana, ya está enfrentando serios desafíos debido a la disminución en la generación de electricidad, lo que impacta en la producción y en la eficiencia operativa.
Aumento de la dependencia de importaciones
Para paliar la reducción en la generación local de electricidad, Cuba ha recurrido a la «importación» de electricidad mediante patanas, que son plataformas flotantes equipadas con generadores eléctricos.
El dólar se dispara nuevamente en Cuba: incertidumbre y preocupación ante la volatilidad del mercado informalEn 2020, estas importaciones representaban solo el 6,8% de la oferta energética total del país. Sin embargo, en 2023, este porcentaje se incrementó dramáticamente hasta alcanzar el 22,7%.
Este aumento significativo sugiere una creciente dependencia de fuentes externas de energía, lo cual plantea serias preocupaciones sobre la sostenibilidad de esta estrategia a largo plazo.
La creciente dependencia de estas importaciones no solo es costosa, sino que también podría ser insostenible debido a la volatilidad de los precios y la disponibilidad en el mercado internacional. Además, este tipo de soluciones temporales no contribuyen al desarrollo de una infraestructura energética autosuficiente y sostenible en el país.
Retroceso en el uso de energías renovables
A pesar del discurso oficial que promociona los avances en energías renovables, los datos de 2023 muestran un claro retroceso en este ámbito.
En 2022, las fuentes renovables contribuyeron con 753,5 gigavatios-hora (GWh), pero en 2023 esta cifra disminuyó a 705,5 GWh. Este descenso significa que la participación de las energías renovables en el total de la oferta energética cayó del 4,1% al 3,6%.
Este retroceso es preocupante porque las energías renovables son fundamentales para garantizar un suministro energético sostenible y reducir la dependencia de combustibles fósiles y fuentes de energía externas.
Cuba: impacto de la emigración masiva en valor del dólar y depreciación del pesoLa disminución en la generación de energía renovable sugiere que las políticas y proyectos implementados hasta ahora no han sido suficientes para mantener un crecimiento sostenido en este sector.
El fracaso de la bioeléctrica de Ciro Redondo
Uno de los proyectos emblemáticos que refleja las dificultades del sector energético en Cuba es la planta de generación con marabú cerca del central Ciro Redondo en Ciego de Ávila.
Según Pedro Monreal, esta bioeléctrica ha sido un fracaso hasta ahora. En 2024, la planta sigue inactiva y la zafra azucarera enfrenta serios desafíos debido a la falta de energía.
Este proyecto, que se esperaba que contribuyera significativamente a la generación de energía renovable en el país, no ha cumplido con las expectativas.
La inactividad de la planta no solo representa una pérdida de inversión, sino que también subraya la necesidad de revisar y mejorar la planificación y ejecución de proyectos energéticos en Cuba.
La reciente estadística sobre la electricidad en Cuba en 2023 revela una serie de desafíos críticos para el sector energético del país.
El uso de la «flota oscura»: la estrategia de Venezuela para sortear sanciones y llevar petróleo a CubaLa reducción en la generación de electricidad, el aumento de la dependencia de importaciones y el retroceso en el uso de energías renovables son indicadores de una crisis que requiere una respuesta urgente y sostenida.
La información presentada por Pedro Monreal ofrece un panorama claro y preocupante de la situación actual, subrayando la necesidad de políticas energéticas más efectivas y sostenibles.
Es crucial que Cuba implemente estrategias que fomenten la inversión en infraestructuras energéticas, promuevan el uso de energías renovables y reduzcan la dependencia de importaciones de energía. Solo mediante una respuesta coordinada y bien planificada se podrá garantizar la estabilidad y sostenibilidad energética a largo plazo en el país.
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