Conoce el pirulí cubano: un dulce típico de una época pasada
El pirulí es un caramelo típico de Cuba con forma cónica alargada y un palito que sirve de mango. Este dulce es muy popular entre los cubanos desde hace más de 100 años. Se ha convertido en todo un icono de la cultura cubana.
Origen del pirulí cubano
La creación del pirulí se atribuye al empresario español José M. Arechabala, quien emigró a Cuba en la segunda mitad del siglo XIX, concretamente en 1862 cuando era aún un adolescente. Arechabala, como muchos otros inmigrantes, viajó a la isla caribeña con el sueño de hacer fortuna.
Tras años de trabajo, en 1878 fundó la compañía «José Arechabala S.A.» que se convertiría en una de las principales productoras de ron cubano del siglo XX.
Arechabala fue propietario de un central azucarero en Cárdenas, de varias refinerías de azúcar, 11 destilerías de alcoholes y otros negocios relacionados con la industria azucarera cubana, que por aquel entonces estaba en pleno auge.
Destacó por ser un emprendedor innovador al que no se le escapaba ninguna oportunidad de negocio. En sus fábricas aprovechaban hasta el último residuo, incluso la melaza que quedaba después de refinar el azúcar.
Fue entonces cuando a Arechabala se le ocurrió la idea de poner esos residuos de melaza en unos moldes cónicos de papel y insertarles un palito, inventando así el famoso pirulí cubano.
Características principales
El pirulí cubano es un caramelo duro, de unos 10-15 cm de alto, con forma cónica alargada y punta muy aguda. Lleva insertado un palito de madera o plástico en la base que sirve para sujetarlo y poder comerlo sin mancharse.
Tradicionalmente venía envuelto en papel blanco, aunque hoy en día es más común encontrarlos envueltos en plástico o celofán transparente. Su envoltorio era parte de su encanto, ya que los niños cubanos recuerdan desenvolver el papelito para disfrutar de su pirulí.
Respecto a los sabores, el pirulí cubano puede tener distintos colores y sabores artificiales agregados, como menta, fresa, vainilla, anís, limón, naranja, etc. Los más pequeños adoraban los pirulís de colores llamativos.
Nombres populares
Aunque en Cuba se le conoce mayormente como «pirulí», en otros países hispanohablantes recibe diversos nombres populares como pirulín, pirulo, chupete, chupirul, paragüitas, chupetón, etc.
La Real Academia Española recoge la palabra «pirulí» en su diccionario para referirse a este caramelo duro con forma cónica y palito característico de la cultura cubana. En México se le dice «chupirul» y en Chile «paragüitas».
Receta casera sencilla
La elaboración del pirulí sólo requiere 3 ingredientes básicos: azúcar, agua y jugo de limón. Se calienta la mezcla a fuego moderado removiendo constantemente, hasta obtener un caramelo de color ámbar. Luego se vierte rápidamente en los moldes cónicos de papel donde ya se encuentra insertado el palito. Finalmente se deja enfriar a temperatura ambiente hasta que endurezca.
Muchas familias cubanas preparan pirulís caseros en sus hogares siguiendo esta receta tradicional tan simple. El pirulí forma parte de nuestras raíces y es común que las abuelas enseñen a hacerlos de generación en generación.
Un dulce nostálgico
Para muchos cubanos, el pirulí no es sólo un caramelo, sino que evoca recuerdos entrañables de la infancia y la adolescencia. Era típico verlo siendo vendido en las puertas de las escuelas por vendedores ambulantes. Los niños suplicaban a sus padres o abuelos unas monedas para comprar su pirulí preferido después del recreo. Incluso había pregones y canciones populares dedicadas a esta golosina.
Aún hoy en día, degustar un pirulí transporta de inmediato a los cubanos a aquella Cuba de su niñez. Conserva su sabor característico a azúcar cubana y representa la esencia de una época pasada. Por ello, es todo un símbolo de la cultura, las tradiciones y la idiosincrasia del pueblo cubano.
