Apagones, protestas y promesas: Cuba negocia ayuda extranjera en medio de su crisis energética

bruno rodriguez parrilla cuba

El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, confirmó que el gobierno de Cuba está inmerso en un proceso de negociaciones con varios países para recibir ayuda internacional, en un esfuerzo por aliviar la severa crisis energética que afecta a la isla.

Esta situación ha dejado a millones de cubanos sin electricidad, acceso limitado a agua potable y una escasez alarmante de alimentos frescos, lo que ha generado un clima de tensión y protestas en diversas ciudades.

Países aliados brindan su apoyo

En declaraciones recientes en la plataforma X, Rodríguez Parrilla agradeció públicamente a los gobiernos de Venezuela, México, Colombia, Rusia y Barbados por su disposición a colaborar en la solución de la crisis energética cubana.

Según el canciller, estas naciones han ofrecido ayuda inmediata para enfrentar el colapso del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), y Cuba se encuentra actualmente en conversaciones para formalizar el recibo de dicha asistencia.

Esta muestra de solidaridad internacional resulta crucial para el gobierno cubano, que enfrenta crecientes desafíos para mantener en funcionamiento los servicios básicos en medio de una crisis energética que ha profundizado la precariedad del día a día en la isla.

El contexto de la crisis energética en Cuba

El panorama energético cubano ha llegado a un punto crítico desde el 18 de octubre de 2024, cuando la termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las principales fuentes de generación de electricidad en el país, salió de operación.

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Esta planta ha sido identificada por las autoridades como el principal factor detrás de los apagones generalizados que afectan a toda la nación, aunque también se han señalado la falta de combustible y problemas técnicos en otras instalaciones eléctricas distribuidas en el territorio nacional.

Como resultado de este colapso, millones de cubanos se han visto privados de electricidad, afectando el acceso a servicios esenciales como la provisión de agua potable y el internet, lo que ha exacerbado la sensación de aislamiento.

La falta de electricidad también ha dificultado la conservación de alimentos frescos y la preparación de comidas en los hogares, lo que agrava la situación alimentaria ya precaria.

Reacciones del gobierno ante las protestas

La severidad de la crisis ha desatado una ola de protestas en varias ciudades cubanas, incluyendo La Habana y Santiago de Cuba, donde los ciudadanos han salido a las calles para expresar su frustración.

Las manifestaciones han sido impulsadas no solo por la falta de servicios esenciales, sino también por el descontento generalizado con el manejo gubernamental de la situación.

Las redes sociales se han convertido en un espacio crucial para amplificar las voces de protesta, a pesar de las dificultades para acceder a internet.

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Frente a estas manifestaciones, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, lanzó advertencias contra los actos de desobediencia civil, declarando que el gobierno no permitirá que las protestas degeneren en «hechos vandálicos» ni que se altere «la tranquilidad ciudadana».

En un tono que muchos consideran amenazante, reiteró su compromiso con la «Revolución» y señaló que cualquier acción que busque desestabilizar el orden será reprimida.

El discurso oficial: el bloqueo de Estados Unidos como responsable

En línea con la retórica del gobierno cubano de las últimas seis décadas, Díaz-Canel atribuyó la gravedad de la crisis energética al embargo económico impuesto por Estados Unidos.

El mandatario agradeció el apoyo de varios gobiernos latinoamericanos y la declaración emitida por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), que responsabiliza al «bloqueo inhumano» de Estados Unidos por la situación que atraviesa Cuba.

Díaz-Canel afirmó que «pronto» se podría recibir ayuda internacional, sin proporcionar fechas concretas ni detalles sobre cómo y cuándo esta asistencia podría llegar a aliviar los efectos de los apagones y la escasez de combustible.

Sin embargo, las declaraciones del mandatario no han calmado la creciente indignación entre la población, que acusa al gobierno de no reconocer sus propios errores de gestión y de seguir perpetuando un discurso de victimización frente a Estados Unidos.

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La termoeléctrica Antonio Guiteras y el colapso del SEN

La termoeléctrica Antonio Guiteras ha sido un pilar en la generación de electricidad en Cuba, pero su reciente colapso ha dejado al país en una situación extremadamente vulnerable.

Esta planta, ubicada en Matanzas, ha sufrido múltiples averías en los últimos años debido a su antigüedad y a la falta de mantenimiento adecuado, en parte por la escasez de recursos que el gobierno cubano atribuye al embargo estadounidense.

No obstante, expertos han señalado que la dependencia de Cuba en una infraestructura energética obsoleta y la falta de diversificación en sus fuentes de energía son factores clave que contribuyen a la actual crisis.

El colapso de la Guiteras no solo ha dejado sin electricidad a millones de hogares cubanos, sino que también ha afectado gravemente la producción industrial y el funcionamiento de hospitales, escuelas y otros servicios esenciales.

¿Cuál es el futuro de la crisis energética en Cuba?

A medida que la crisis energética se prolonga, el futuro parece incierto. Aunque las negociaciones para recibir ayuda internacional representan una esperanza a corto plazo, la profundidad de los problemas estructurales en el sector energético cubano sugiere que la recuperación no será inmediata.

La dependencia de Cuba en plantas termoeléctricas antiguas y la falta de inversiones en fuentes de energía renovable o alternativas siguen siendo desafíos importantes.

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Mientras tanto, la población cubana continúa soportando las consecuencias de una crisis que afecta cada aspecto de su vida diaria, desde la alimentación hasta la capacidad de comunicarse con el exterior.

Las manifestaciones y protestas indican que el descontento está lejos de desaparecer, y la respuesta del gobierno podría ser determinante para el futuro político del país.

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