Cuba pierde 1,8 millones de habitantes (casi el 20% de su población) en tiempo récord
Cuba está experimentando una transformación demográfica sin precedentes que está redibujando el panorama poblacional del país.
Según un estudio demográfico independiente realizado por el reconocido economista y demógrafo cubano Juan Carlos Albizu-Campos, la población de Cuba ha sufrido una drástica reducción del 18% entre los años 2022 y 2023, situándose en aproximadamente 8,62 millones de habitantes.
Esta disminución poblacional, de una magnitud nunca antes vista en la historia reciente de Cuba, se atribuye principalmente a un fenómeno migratorio masivo que ha llevado a casi 1,8 millones de cubanos a abandonar la isla en busca de mejores oportunidades en el extranjero.
Las causas detrás del éxodo cubano
La emigración masiva que experimenta Cuba desde 2021 tiene sus raíces en una compleja combinación de factores económicos y políticos.
La pandemia de COVID-19 asestó un duro golpe a la ya frágil economía cubana, exponiendo y exacerbando problemas estructurales preexistentes. A esto se sumó el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y la implementación de políticas económicas y monetarias que no lograron los resultados esperados.
Como consecuencia, el país se ha sumido en una profunda crisis caracterizada por:
- Escasez crónica de productos básicos, incluyendo alimentos y medicinas.
- Una inflación galopante que erosiona el poder adquisitivo de la población.
- Frecuentes apagones que afectan la vida cotidiana y la actividad económica.
- Una creciente dolarización de la economía que acentúa las desigualdades sociales.
Estos factores, combinados con un clima de intolerancia política percibida por algunos sectores de la población, han creado un cóctel perfecto para impulsar lo que Albizu-Campos describe como “incontenibles flujos de emigrantes que buscan escapar de la pobreza o de la intolerancia política, a menudo de ambas”.
La magnitud del fenómeno migratorio
Para comprender la verdadera dimensión de este éxodo, es revelador compararlo con eventos migratorios anteriores en la historia cubana.
Desde el triunfo de la revolución en 1959, Cuba ha experimentado varias oleadas migratorias significativas:
- La oleada inicial post-revolución
- Los “vuelos de la libertad” en la década de 1960
- El éxodo del Mariel en 1980
- La crisis de los balseros en 1994
Sin embargo, la suma total de emigrantes en todas estas oleadas históricas alcanza aproximadamente 620.000 personas, una cifra que palidece en comparación con los 1,79 millones estimados que han abandonado la isla solo en el período 2022-2023.
Metodología y fuentes del estudio
El estudio de Albizu-Campos se basa en una metodología rigurosa que busca llenar el vacío dejado por la falta de estadísticas oficiales actualizadas.
El investigador parte de datos concretos sobre la llegada de cubanos a Estados Unidos, el principal destino de los emigrantes de la isla:
Entre octubre de 2021 y abril de 2024, 738.680 cubanos ingresaron a EE.UU. Esta cifra incluye tanto llegadas regulares (visados y paroles) como irregulares.
A partir de estos datos, Albizu-Campos extrapola el número total de migrantes, considerando que históricamente EE.UU. ha recibido aproximadamente el 33% del total de emigrantes cubanos.
Este cálculo arroja la sorprendente cifra de 1,79 millones de cubanos que habrían abandonado la isla en el período 2022-2023.
Desafíos en la obtención de datos precisos
La tarea de cuantificar con exactitud la población actual de Cuba se enfrenta a varios obstáculos:
Las cifras oficiales del gobierno cubano son cuestionadas por el estudio. La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) reportaba 11,11 millones de habitantes a finales de 2021, una cifra que Albizu-Campos considera «ficticia».
Cuba solo reconoce oficialmente a un ciudadano como emigrado después de 24 meses de su salida del país, lo que dificulta el registro de la emigración reciente.
La realización del censo de población, originalmente programado para 2022, se ha pospuesto indefinidamente debido a la crisis, con planes tentativos de llevarlo a cabo en 2025.
Aunque la ONEI admite tener estimaciones sobre la emigración, estas no se hacen públicas.
Impacto demográfico y social
El éxodo masivo no es el único factor que está reconfigurando la demografía cubana. El estudio también señala un preocupante saldo negativo en el crecimiento vegetativo de la población:
- Tanto en 2022 como en 2023, Cuba registró más muertes que nacimientos.
- Este declive natural, combinado con la emigración masiva, ha acelerado la disminución poblacional.
Las implicaciones de esta transformación demográfica son profundas y multifacéticas:
Envejecimiento acelerado de la población, ya que los emigrantes suelen ser jóvenes en edad productiva.
Pérdida de capital humano, con la salida de profesionales y trabajadores calificados.
Presión adicional sobre los sistemas de seguridad social y salud.
Potencial disminución de la productividad económica del país.
Perspectivas futuras y desafíos
El estudio de Albizu-Campos pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar las causas fundamentales que impulsan este éxodo masivo.
La recuperación económica, la implementación de reformas estructurales y la mejora de las condiciones de vida de la población se presentan como imperativos para frenar la sangría demográfica y asegurar un futuro sostenible para Cuba.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención este fenómeno migratorio sin precedentes, consciente de sus potenciales implicaciones geopolíticas y humanitarias para la región.
