La situación de ETECSA y sus perspectivas para 2025: entre recarga de divisas y escasez de inversión

tania velazquez presidenta etecsa cuba

El pasado viernes, 17 de enero de 2025, Tania Velázquez, presidenta ejecutiva de ETECSA, abordó las futuras perspectivas de la empresa estatal de telecomunicaciones, en un evento que generó gran expectativa a nivel nacional.

Su intervención ratificó que, en línea con lo anticipado por el primer ministro Manuel Marrero durante la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre de 2024, ETECSA está buscando activamente soluciones para modernizar su infraestructura y, sobre todo, atraer más divisas.

Velázquez destacó que, a pesar de los cambios que se avecinan, los servicios de ETECSA seguirán prestándose en pesos cubanos, al menos por el momento. Sin embargo, la presidenta de la empresa dejó claro que el monopolio estatal está buscando formas de aumentar sus ingresos en divisas, especialmente mediante la reactivación de las recargas internacionales, un negocio que, según indicó, había experimentado un fuerte declive desde el inicio de la Tarea Ordenamiento.

«Es necesario buscar opciones financieras que nos permitan modernizar y expandir nuestros servicios», comentó Velázquez, sugiriendo que, aunque la empresa mantendrá su esquema actual en moneda nacional, los usuarios deberán estar preparados para afrontar limitaciones en los servicios de Internet y paquetes de datos, los cuales, según lo indicado, podrían estar sujetos a nuevas tarifas en dólares.

El foco de la conversación estuvo también en la necesidad urgente de inversiones para la modernización de la infraestructura de telecomunicaciones en Cuba. Velázquez reveló que, en 2024, los ingresos de ETECSA provenientes del extranjero solo representaron el 10% de lo necesario para cubrir los costos de la empresa. A lo largo de 2024, los cubanos habían optado por recurrir a opciones más ventajosas en el mercado informal para adquirir paquetes de Internet, lo que había mermado las ganancias de ETECSA por concepto de recargas internacionales.

Entre los proyectos a futuro, Velázquez mencionó el interés de la empresa en implementar nuevas tecnologías, como la conectividad 5G, una mejora que, según ella, ayudaría a la sostenibilidad de la empresa a largo plazo. Sin embargo, en cuanto a la conectividad en Cuba, persiste una desconexión evidente entre la disponibilidad de infraestructura y la calidad del servicio. A pesar de la incorporación de un nuevo cable de fibra óptica submarino, Arimao, que conecta a Cuba con Martinica y ha triplicado la capacidad de conexión, la red interna sigue siendo insuficiente para dar soporte a los ocho millones de líneas móviles activas, muchas de las cuales se ven afectadas por constantes apagones.

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En un giro sorprendente, la presidenta también informó que más del 10% de las radiobases del país presentan fallas de hardware, lo que agrava aún más la situación de conectividad. Estos equipos, esenciales para mantener la cobertura en la isla, necesitan ser reemplazados con urgencia, pero las restricciones presupuestarias dificultan esta tarea.

Por otro lado, la reaparición de la «dolarización parcial» de los servicios de ETECSA ha generado preocupación en la población, ya que esta medida profundiza la desigualdad económica. En la isla, donde el dólar circula de forma informal, los servicios en moneda extranjera representan una barrera económica para una parte considerable de la población que no tiene acceso a esta divisa. Las críticas en redes sociales han apuntado a que, en lugar de invertir en la mejora de las infraestructuras y garantizar un servicio de calidad en moneda nacional, ETECSA parece estar tomando el camino hacia la monetización de sus servicios mediante la captación de divisas, lo que podría intensificar la desigualdad.

El futuro de ETECSA, marcado por la necesidad de divisas y la falta de inversión, se presenta incierto. La empresa está atrapada en un círculo vicioso de ineficiencia, escasez de recursos y una política económica que sigue dependiendo de la centralización y del control estatal, lo que limita su capacidad para innovar y ofrecer servicios a la altura de las expectativas de los usuarios.

Los recientes anuncios de la presidenta ejecutiva han desatado una ola de especulaciones sobre el futuro de la conectividad en Cuba, pero aún queda mucho por aclarar sobre cómo se implementarán los cambios anunciados y qué impacto tendrán sobre los usuarios en un país donde las telecomunicaciones siguen siendo uno de los sectores más críticos.

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