Mueren tres adolescentes en Cuba por un rayo: la tragedia silenciosa
La reciente muerte de tres adolescentes de 13 y 14 años en Villa Clara, fulminados por un rayo, pone de relieve una alarmante realidad. Este fenómeno natural se ha consolidado como la principal causa de muerte por desastres en Cuba, superando incluso a los temidos huracanes que caracterizan la región.
Te mostramos todos los detalles en el siguiente video: [AQUÍ IRÁ EL VIDEO EMBEBIDO]
Una tragedia que enluta a Manicaragua
El pasado domingo 3 de agosto, una tormenta eléctrica sorprendió al municipio de Manicaragua. Para Jorge Alejandro de la Coba Monteagudo, de 14 años, Andy Alberto Turiño González, de 13, y Analía García Rodríguez, de 14, fue la última que presenciarían. Una descarga eléctrica les arrebató la vida de forma fulminante.
Una cuarta adolescente, Diamelis Delgado Granados, de 14 años, sobrevivió al impacto y se recupera favorablemente en el hospital provincial de Santa Clara. La historia de Jorge Alejandro es particularmente desoladora, ya que el joven residía en Estados Unidos y se encontraba de visita en la isla.
Cifras que alarman: el verdadero peligro natural de Cuba
Lejos de ser un hecho aislado, esta tragedia forma parte de una estadística preocupante. Los rayos son la primera causa de muerte por fenómenos naturales en Cuba. Estudios que abarcan el periodo de 1987 a 2023 revelan que casi 1.900 personas han fallecido por esta causa en el país.
Esto representa un promedio anual de entre 51 y 54 muertes. Se han registrado años con picos trágicos, como 1996 con 91 fallecidos, y otros con cifras menores, como 2020 con 17. Sin embargo, el promedio se mantiene constante, evidenciando un riesgo persistente y subestimado.
¿Por qué Cuba es un epicentro de tormentas eléctricas?
La geografía y el clima de la isla son factores determinantes. El intenso calor del verano, especialmente entre mayo y septiembre, genera una notable inestabilidad atmosférica. Esto propicia la formación de nubes de gran desarrollo vertical, conocidas como cumulonimbus, que son verdaderas fábricas de tormentas eléctricas.
Los meses de verano concentran la mayor actividad y, por ende, el mayor peligro. Julio encabeza el registro histórico con casi cuatrocientos fallecidos, seguido de cerca por agosto y junio. El riesgo, además, no es uniforme en todo el territorio. Las provincias orientales como Granma, Holguín, Camagüey y Santiago de Cuba presentan la mayor incidencia debido a la frecuencia de tormentas y una mayor población rural expuesta a actividades al aire libre.
El perfil de las víctimas y la percepción del riesgo
Los datos demuestran que la mayoría de las víctimas son hombres en edad laboral, con edades comprendidas entre los 25 y 59 años. Se trata principalmente de agricultores, pescadores y obreros de la construcción, quienes por su trabajo diario están más expuestos a la intemperie.
A diferencia de la cultura de preparación que existe ante los huracanes, en Cuba se subestima el peligro de las tormentas eléctricas. Persisten prácticas imprudentes como refugiarse bajo árboles, los cuales atraen las descargas por su altura y humedad.
Medidas de prevención: cómo protegerse de este asesino silencioso
La educación es la herramienta fundamental para evitar estas tragedias. Especialistas insisten en la regla del 30/30: si entre el relámpago y el trueno transcurren menos de 30 segundos, el peligro es inminente y se debe buscar refugio de inmediato en un edificio sólido o un vehículo cerrado. No se debe salir hasta 30 minutos después del último trueno.
Evitar el contacto con el agua, no utilizar teléfonos fijos con cable durante la tormenta y alejarse de puertas y ventanas son otras medidas cruciales. El trágico suceso de Villa Clara debe servir como un llamado de atención para generar una mayor conciencia sobre un riesgo que, en muchas ocasiones, es evitable.