Sismos en el oriente cubano dejan saldo de deslizamientos, daños materiales y una región en alerta para lo que viene
En la mañana del pasado domingo, 10 de noviembre de 2024, dos potentes terremotos de magnitudes 6 y 6,7 en la escala de Richter sorprendieron a los habitantes de la región oriental de Cuba.
Según el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), los epicentros se localizaron en el mar Caribe, a unos 32 kilómetros del municipio de Pilón, en la provincia de Granma.
Estos movimientos telúricos, catalogados como los más intensos registrados en años recientes, fueron perceptibles en Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín.
Incluso llegaron a sentirse en provincias más distantes como Camagüey, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila. Hasta el momento, se han contabilizado unas 300 réplicas, 15 de las cuales fueron percibidas por la población.
Daños materiales y respuesta de las autoridades
Aunque no se han reportado víctimas mortales ni heridos, las consecuencias materiales han sido considerables.
Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, informó a través de sus redes sociales sobre deslizamientos de tierra, daños estructurales en viviendas y severas afectaciones en el tendido eléctrico.
Nueva medida facilita trámite de nacionalidad española para cubanosEn un mensaje dirigido a la población, instó a los residentes de las zonas afectadas a priorizar su seguridad, recomendando evacuar edificios altos y permanecer en espacios abiertos para evitar riesgos mayores.
El Consejo de Defensa Nacional se reunió de emergencia el mismo domingo para coordinar las acciones necesarias. Entre las medidas adoptadas se incluyó el despliegue de sanitarios, psicólogos y comunicadores en las áreas más impactadas, así como la garantía de suministros básicos como agua y alimentos.
Los equipos de evaluación continúan inspeccionando los daños, que incluyen derrumbes parciales y totales, grietas en paredes y la caída de postes eléctricos.
Municipios más afectados y la histórica estructura del faro de Cabo Cruz
Granma es la provincia más afectada por los terremotos, con severos daños en los municipios de Pilón, Media Luna, Manzanillo, Bartolomé Masó y Niquero.
En localidades como Buey Arriba y Bayamo, los efectos fueron menores pero perceptibles.
Entre las estructuras dañadas destaca el faro de Cabo Cruz, un edificio histórico con más de 150 años de antigüedad, que sufrió grietas y fisuras importantes.
Pepe Mujica dispara contra Cuba, Venezuela y Nicaragua: «No sirve eso»En Pilón, la proximidad al epicentro se hizo evidente con la destrucción visible en su malecón, cuyas losas quedaron completamente levantadas. Numerosos muros y techos colapsaron, pero afortunadamente no se han registrado pérdidas humanas en esta zona.
Imágenes desde la ciudadanía: un panorama de destrucción
Mientras los medios oficiales han ofrecido poca cobertura visual, las redes sociales se convirtieron en una fuente clave de información.
Los usuarios compartieron videos y fotografías que mostraban desde muros y techos derrumbados hasta objetos caídos dentro de viviendas y alarmas de autos activadas por el temblor.
Algunas grabaciones incluso captaron el momento exacto de los sismos, reflejando el impacto y la conmoción en tiempo real.
Un golpe adicional tras el huracán Oscar
La región oriental de Cuba aún no se ha recuperado del impacto del huracán Oscar, ocurrido hace tres semanas.
Este evento meteorológico dejó un saldo de ocho muertos, dos desaparecidos, numerosas inundaciones y graves daños a la infraestructura eléctrica y agrícola.
Crisis energética en Cuba: nuevo apagón masivo y sistema eléctrico al borde del colapsoLos terremotos agravan una situación ya precaria, incrementando los desafíos para las comunidades afectadas.
El contexto sísmico en Cuba: antecedentes y estadísticas
Cuba no es ajena a los sismos, especialmente en la región sureste, donde se encuentra la falla de Oriente, responsable de cerca del 70% de los temblores registrados en la Isla.
En 2023, el Cenais reportó 7475 sismos, de los cuales solo 14 fueron perceptibles. Los temblores más significativos en la historia reciente del país incluyen el de magnitud 6,7 en 1932, el de 6,9 en 1991 y el de 7,1 en 2020, todos con epicentros en la provincia de Granma.
Los recientes terremotos son un recordatorio de la vulnerabilidad de Cuba frente a desastres naturales.
La pronta respuesta de las autoridades y la colaboración ciudadana han sido clave para minimizar las consecuencias, pero eventos como este subrayan la importancia de contar con planes efectivos de prevención y respuesta para proteger a las comunidades ante futuros fenómenos.
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