Apagones masivos en Cuba: sistema eléctrico al borde del colapso en 2025
La crisis energética en Cuba alcanza niveles alarmantes este 24 de febrero de 2025, con un déficit pronosticado de 1.736 megavatios, representando aproximadamente el 55% de la demanda nacional establecida en 3.150 MW. Esta cifra marca uno de los momentos más críticos en la historia reciente del país, siendo superada únicamente por el récord del 57% registrado el 12 de febrero del mismo año. La gravedad de la situación se materializa a pesar de la reactivación de tres unidades termoeléctricas entre domingo y lunes: los bloques 5 y 6 de la Termoeléctrica de Nuevitas y la unidad 6 de Renté.
El panorama actual refleja un sistema eléctrico severamente comprometido, con ocho termoeléctricas fuera de servicio. La Unión Eléctrica (UNE) reporta averías en unidades cruciales como la número 3 de Santa Cruz del Norte, la 3 de Renté y los bloques 1 y 2 de Felton. Simultáneamente, se encuentran en mantenimiento la unidad 2 de Santa Cruz del Norte, las unidades 3 y 4 de Cienfuegos y la número 5 de Renté, lo que agrava significativamente la capacidad de generación del país.
Impacto de la escasez de combustible en la generación eléctrica
La crisis se profundiza con la paralización de 83 centrales de generación distribuida, que en conjunto deberían aportar 452 MW al sistema. A esto se suma la inactividad de la central de fuel oil en Mariel y la patana rentada a la empresa turca Karadeniz Holding, anclada en Regla, La Habana. Estas dos últimas instalaciones representan una pérdida adicional de 156 MW respecto a la jornada anterior, evidenciando el impacto severo de la escasez de combustible en el sistema energético nacional.
Esta situación resulta particularmente paradójica considerando el reciente arribo a la isla de un cargamento de aproximadamente 790.000 barriles de petróleo procedente de Rusia, adquirido presuntamente mediante un crédito concedido por Moscú. La disponibilidad de este recurso no ha logrado traducirse en una mejora significativa de la capacidad de generación eléctrica, sugiriendo problemas estructurales más profundos en el sistema energético cubano.
Perspectivas y advertencias de expertos
Jorge Piñón, investigador no residente del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, proyecta un escenario preocupante para los próximos meses. El experto señala que la pérdida del 50% de la capacidad de generación de las termoeléctricas, combinada con la falta de combustible para las patanas turcas y los grupos electrógenos, podría desencadenar un colapso del sistema eléctrico, especialmente durante el próximo período estival, cuando la demanda energética alcanza sus niveles máximos en la isla.
La advertencia de Piñón cobra especial relevancia considerando que Cuba experimentó tres caídas totales del sistema durante 2024, incluyendo un apagón que se extendió por más de 72 horas en octubre. El investigador enfatiza el grave deterioro de las termoeléctricas, señalando que estas instalaciones, que operan principalmente con crudo cubano, enfrentan desafíos que van más allá de la disponibilidad de combustible importado, sea este ruso, mexicano o venezolano. Esta situación sugiere que la solución a la crisis energética requiere intervenciones más profundas y estructurales en el sistema eléctrico cubano.