Casabe en busca del reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Cuba, en conjunto con varios países latinoamericanos, ha presentado una solicitud a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para que el casabe sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La iniciativa, liderada por la República Dominicana, busca resaltar el valor cultural y la historia de este alimento tradicional en la región caribeña.
El casabe, un pan delgado elaborado a base de yuca, fue parte fundamental en la alimentación de los aborígenes de la región caribeña.
Expertos cubanos destacan la importancia del casabe como elemento de resistencia cultural en la historia del país, ya que durante las guerras de independencia, este alimento fue crucial para las tropas independentistas en el campo de batalla.
Ángel Michel Aleaga Hung, especialista del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba, mencionó en una entrevista a la prensa estatal que el casabe «sigue estando vivo» en diversas regiones del país, como Camagüey y las provincias orientales.
A pesar de haber sido olvidado en otras áreas, su proceso de elaboración se ha mantenido gracias a hombres y mujeres que han salvaguardado la técnica, utilizando instrumentos artesanales y materiales naturales.
La promoción del consumo del casabe en Cuba responde también a la escasez de harina de trigo en el país.
El gobierno cubano ha impulsado la producción y consumo de este alimento como una alternativa saludable y sostenible, que no afecta al medio ambiente y contribuye al sustento económico de las comunidades productoras.
El objetivo de esta iniciativa es buscar una mayor visibilidad y protección para las tradiciones asociadas a la elaboración y consumo del casabe.
De ser reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, este alimento no solo recibiría el reconocimiento internacional merecido, sino que también contribuiría a preservar y difundir el legado cultural de la región caribeña para futuras generaciones.
