Millonaria inversión de México en educación cubana: el caso de las (caras) becas para estudiar en Cuba
La creciente cantidad de becas que México otorga a estudiantes para cursar carreras en Cuba ha despertado intensos cuestionamientos en los últimos años.
Se trata de una millonaria inversión en la maltrecha educación cubana que, lejos de representar un acuerdo equitativo, parece convertirse en un jugoso negocio para La Habana.
Cuba: destino número uno pese a la falta de transparencia
De acuerdo con cifras oficiales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), Cuba se ha transformado en el principal destino de las becas que este organismo concede. Se ha pasado de cero becas en 2020 a 428 becas en la actualidad.
Sin embargo, no existen requisitos ni procesos transparentes para su otorgamiento. Tampoco hay explicaciones de por qué han disminuido drásticamente las becas a países desarrollados como Francia o Alemania.
Millonaria inversión con dinero del erario
Además de la falta de claridad en el proceso, llama poderosamente la atención que el costo de las becas a Cuba dobla al de otros países.
Mientras que a Europa se destinan alrededor de 250.000 pesos mexicanos anuales por estudiante, en el caso de Cuba la cifra asciende a 484.000 pesos.
En total, se calcula que el gobierno mexicano invierte cerca de 207 millones de dólares cada año solo en financiar estudios en la isla caribeña. Una suma más que generosa si consideramos la propia crisis económica que vive México.
Un jugoso negocio con dinero mexicano
Resulta evidente que, con esta millonaria inyección de dinero público, el Gobierno cubano se beneficia ampliamente. No solo oxigena sus finanzas, sino que puede renovar la infraestructura educativa sin realizar inversiones propias.
Para Cuba es un gran negocio que le permite tener ingresos frescos, mientras que México no recibe ninguna contraprestación relevante a cambio de su millonaria inversión, señalan expertos desde México.
Cuestionamientos que cobran fuerza
Este desequilibrado acuerdo, cada vez más cuestionado en México, se asemeja más a un salvavidas económico para el gobierno cubano que a una relación justa y recíproca entre dos países socios.
El gobierno mexicano enfrenta crecientes críticas por mantener este esquema, que no parece reportar beneficios de consideración para el erario nacional. Ante ello, se alzan voces que demandan revisar a fondo este polémico programa de becas.
¿Realmente representan un beneficio para México o solo sirven para oxigenar la economía cubana? El debate está planteado y es probable que esta millonaria inversión educativa sea pronto motivo de una profunda revisión.
