La caída de un veterano: Ricardo Cabrisas deja el Ministerio de Comercio Exterior
En un movimiento que ha sorprendido a propios y extraños, el gobierno cubano ha decidido prescindir de los servicios de Ricardo Cabrisas como Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera.
La noticia, anunciada escuetamente por la televisión estatal este jueves, 23 de mayo, ha dejado más interrogantes que respuestas sobre el futuro de la política económica de la isla.
Cabrisas, un funcionario de 87 años que ha dedicado más de cuatro décadas de su vida al servicio del gobierno, mantendrá su cargo de viceprimer ministro, pero su salida del ministerio marca el fin de una era.
Era conocido como el hombre que pasaba el sombrero por el mundo, buscando inversiones, condonaciones de deuda y donaciones para mantener a flote la maltrecha economía cubana.
Un hombre de confianza
La trayectoria de Cabrisas en el gobierno cubano es impresionante.
Estuvo al frente del Ministerio de Comercio Exterior en dos etapas: de 1980 a 2000, durante el auge y caída del subsidio soviético, y desde abril de 2023 hasta ahora, en medio de la profunda crisis que atraviesa el país.
También ocupó otros cargos de alta responsabilidad, como titular de Economía y Planificación (2016-2018) y vicepresidente del Consejo de Ministros (2008-2019).
Pero su labor más destacada fue como principal negociador de la deuda externa cubana.
Durante años, Cabrisas tocó las puertas de gobiernos y acreedores privados de todo el mundo, buscando formas de renegociar los compromisos financieros de la isla.
También fue una figura clave en las relaciones con aliados estratégicos como Rusia, China, Irán y Venezuela.
Su discreción, su lealtad inquebrantable al régimen y su capacidad para moverse en las altas esferas del poder le permitieron sobrevivir a varias olas de destituciones.
Parecía estar de salida de la política cuando, a sus 86 años, recuperó su antiguo ministerio en abril de 2023.
Era el hombre que necesitaba La Habana para engrasar el diálogo con acreedores severos como el Club de París.
Una salida envuelta en misterio
La nota oficial sobre el cese de Cabrisas ha sido parca en detalles. No se han dado explicaciones sobre los motivos de su salida, ni se han dedicado las habituales frases de agradecimiento por su labor al frente del ministerio.
Esta falta de calificativos positivos sugiere que su relevo podría no haber sido en los mejores términos, pero el secretismo del lenguaje oficial cubano impide conocer lo que realmente ha sucedido.
Lo que sí se sabe es que Cabrisas era un maestro en el arte de la negociación. Sus viajes alrededor del mundo, siempre acompañado de una carpeta de terciopelo rojo con los acuerdos que firmaba, se habían convertido en una imagen recurrente.
Popularizó el término «memorando de entendimiento» para describir sus logros, aunque muchas veces estos acuerdos no pasaban de ser promesas incumplidas por parte del gobierno cubano.
Una ola de cambios en el gobierno de Díaz-Canel
El cese de Cabrisas se enmarca en una serie de movimientos en el gabinete del presidente Miguel Díaz-Canel durante su segundo mandato.
Ya son seis los ministros que han sido relevados de sus cargos en lo que va de año, incluyendo el polémico caso de Alejandro Gil, ex ministro de Economía y Planificación, quien está siendo investigado por presuntos actos de corrupción.
Además, en los últimos meses se ha producido un número inusualmente alto de cambios en altos cargos políticos, desde gobernadores hasta primeros secretarios provinciales del Partido Comunista de Cuba (PCC).
En la mayoría de los casos, no se han dado explicaciones oficiales sobre los motivos de estos relevos, lo que ha generado un clima de incertidumbre y especulación.
Algunas fuentes que han preferido el anonimato señalan que la destitución de Cabrisas se debe a motivos de salud, pero no hemos podido confirmar esa información.
Un nuevo rostro en el ministerio
Tras la salida de Cabrisas, el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera será encabezado por Oscar Pérez-Oliva Fraga, quien hasta ahora se desempeñaba como viceministro primero.
Pérez-Oliva, de 53 años e ingeniero electrónico de profesión, cuenta con una amplia experiencia en el sector, habiendo dirigido empresas y trabajado en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.
Sin embargo, sustituir a un veterano negociador como Cabrisas no será tarea fácil.
En un momento en que Cuba se enfrenta a una profunda crisis económica, agravada por la pandemia de COVID-19 y las sanciones estadounidenses, el nuevo ministro tendrá que demostrar rápidamente su capacidad para atraer inversiones y renegociar deudas.
Un futuro incierto
La salida de Ricardo Cabrisas del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera marca el fin de una era en la política económica cubana.
Su habilidad para moverse en las altas esferas del poder y su capacidad para conseguir acuerdos, aunque fueran sólo promesas, será difícil de reemplazar.
En un momento en que el régimen cubano enfrenta una creciente presión interna y externa, con una economía en crisis y un descontento social en aumento, los cambios en el gabinete de Díaz-Canel parecen ser un intento desesperado por encontrar soluciones.
Sin embargo, la falta de transparencia y la opacidad del sistema político cubano hacen difícil saber si estos movimientos responden a una estrategia coherente o son sólo una cortina de humo para ocultar los problemas de fondo.
Lo que sí está claro es que la salida de Cabrisas deja un vacío en la política exterior y económica de Cuba.
Queda por ver si su sucesor, Oscar Pérez-Oliva Fraga, estará a la altura del desafío o si, como tantos otros antes que él, acabará siendo otro peón sacrificado en el intrincado tablero de ajedrez del poder cubano.
