La deuda externa de Cuba con España: un problema sin solución a la vista
La deuda externa de Cuba con España se ha convertido en un tema clave en la relación económica entre ambos países, una deuda que sigue creciendo y que parece no tener solución a corto plazo.
Con cifras que superan los 2000 millones de euros, Cuba se enfrenta a un panorama de morosidad histórica que no solo afecta su capacidad de pago, sino que también repercute en sus relaciones internacionales y en sus perspectivas económicas futuras.
La declaración del secretario de estado de economía español
Israel Arroyo Martínez, secretario de Estado español de Economía, fue quien recientemente abordó este tema durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados de España.
Durante su intervención, Arroyo confirmó que Cuba debe una cifra significativa a España: alrededor de 2000 millones de euros. Esta cifra representa una parte considerable de la deuda externa total de la isla, que, según el funcionario, enfrenta dificultades para saldar sus deudas debido a su limitada capacidad económica.
En cuanto a la situación de Cuba en el contexto internacional, Arroyo explicó que la deuda con el Club de París, compuesto por un grupo de acreedores internacionales, ha sido reestructurada en varias ocasiones, con la última reestructuración firmada en 2021.
Sin embargo, el funcionario destacó que, a pesar de estos intentos de aliviar la carga de la deuda, la capacidad de pago de Cuba sigue sin mejorar y parece que la situación no cambiará en el futuro cercano.
La reestructuración de la deuda cubana
Una de las estrategias más empleadas para tratar de resolver la deuda externa cubana ha sido la reestructuración de la deuda.
Este proceso implica la renegociación de los términos de la deuda para que el deudor pueda cumplir con sus obligaciones sin incurrir en impagos.
En el caso de Cuba, la reestructuración ha incluido, en ocasiones, la conversión de parte de la deuda en inversiones, un mecanismo que busca aliviar la carga financiera de la isla y fomentar el desarrollo económico.
La reestructuración de deuda externa es un proceso en el que se modifican las condiciones originales de los préstamos para hacerlos más viables.
Esto puede incluir la extensión de los plazos de pago, la reducción de la deuda total, la conversión de deuda en inversiones o la suspensión temporal de pagos.
Aunque esta medida, la conversión de deuda en inversión, ha sido empleada en situaciones de crisis económica, como la que atraviesa Cuba, la efectividad de estas acciones ha sido limitada.
La reestructuración de 2015, por ejemplo, incluía la conversión de parte de la deuda en inversiones en infraestructura, como la construcción de proyectos que debían mejorar la capacidad de la isla para generar ingresos y, en consecuencia, pagar la deuda. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados, ya que la economía cubana no ha mostrado una mejora significativa desde entonces.
El futuro de la deuda cubana
La deuda externa impaga por parte de Cuba tiene consecuencias graves no solo para la isla, sino también para sus relaciones internacionales.
El impago prolongado de la deuda limita las oportunidades de Cuba para acceder a financiamiento internacional y genera desconfianza entre los inversores potenciales.
Las empresas interesadas en hacer negocios con Cuba pueden optar por no involucrarse debido al riesgo percibido de que el país no cumpla con sus compromisos financieros.
Además, las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos a Cuba han complicado aún más la situación, creando un entorno de incertidumbre y dificultades económicas.
Esta falta de confianza y la morosidad de Cuba en cuanto al pago de su deuda externa son factores que han desalentado la inversión extranjera directa, que es crucial para el crecimiento económico de la isla.
La deuda externa cubana es un reflejo de los problemas estructurales de la economía de la isla y de su incapacidad para cumplir con sus compromisos financieros. Mientras tanto, España y otros países continúan enfrentando la difícil tarea de intentar recuperar el dinero adeudado, mientras que Cuba sigue lidiando con las consecuencias de su falta de pago.