¿Conoces a Marina Valero, la gran figura femenina de la radio cubana?
Marina Valero, cuyo nombre real era María de los Dolores Valero Sisteré, nació en 1912 en Madrid, España.
Su padre era cubano y su madre española. Provenía de una familia de artistas, ya que su bisabuelo paterno José Valero había sido primer actor. Su padre fundó su propio grupo de declamación en el que Marina dio sus primeros pasos en la actuación. Pronto se unió a la compañía de Ricardo Puga y debutó profesionalmente en el teatro Fontalba de Madrid con sólo 15 años.
Exilio durante la Guerra Civil Española
Con el estallido de la Guerra Civil Española, Marina trabajó como enfermera en hospitales de Madrid, Valencia y Barcelona. Compartió sus labores con la fotógrafa Tina Modotti.
Al finalizar la guerra en 1939, perteneciendo al bando de los perdedores, logró llegar a Francia y de ahí a La Habana en el buque El Flandre. Llegó cubierta con una gran mantilla negra, trayendo un cofrecito con tierra madrileña recogida antes de su partida.
Consolidación en Cuba
Al llegar a Cuba, su tía Pilar Bermúdez le dio alojamiento inicialmente. Pronto comenzó a trabajar en la radio, donde tuvo dificultades al principio con su acento español. Sin embargo, logró triunfar y entregarse por completo a esta modalidad artística.
En 1939 ingresó a la Asociación Cubana de Artistas Teatrales. Fue contratada en exclusiva por la firma Sabatés, actuando en sus programas.
¡Increíble sorpresa en La Habana! Big Freedia llega para revolucionar la música y la modaLuego pasó a CMQ, donde formó pareja artística con Carlos Badías. Protagonizó exitosas radionovelas como Doña Bárbara, El precio de una vida y El derecho de nacer.
Fue nombrada Primera Actriz de Radio en 1942 y Gran Dama de la Radio Cubana de 1944 a 1947. En el teatro actuó en obras como Don Juan Tenorio.
Su trágica muerte
En la madrugada del 26 de noviembre de 1948, Marina Valero sufrió un accidente automovilístico cuando cruzaba la Avenida del Puerto en La Habana, al enredarse su chalina en las ruedas de un auto.
Murió de forma instantánea por el golpe en la cabeza al caer al pavimento. Horas antes había participado en la radionovela «El derecho de nacer».
Su cuerpo fue velado en la funeraria Caballero, con gran concurrencia de público que la admiraba. Fue enterrada en el Cementerio de Colón.
Su muerte conmovió al país, que perdió a una de las figuras más destacadas de la radio cubana. Dejó un gran legado con su voz prodigiosa y su enorme talento para la actuación.
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