¿Sabías que Cuba fue líder en exportación de aguacates? ¿Qué pasó?
El aguacate es hoy uno de los frutos más populares y consumidos en el mundo. Sin embargo, pocos conocen que Cuba fue durante décadas el mayor productor y exportador de aguacates a nivel global.
El aguacate, originario de México, fue introducido y cultivado exitosamente en Cuba desde la época colonial. Durante las décadas de 1940 y 1950, la isla caribeña se consolidó como el principal productor y exportador de aguacates del mundo, abasteciendo principalmente el mercado de Estados Unidos, según señala un número de la revista Bohemia de la época.
¿Cómo llegó Cuba a dominar un mercado tan competitivo? ¿Por qué perdió después su lugar privilegiado? Repasaremos la fascinante y poco conocida historia del aguacate cubano.
Orígenes y variedades
Se cree que los primeros aguacates llegaron a Cuba en el siglo XVI traídos por los colonizadores españoles. En la isla se adaptaron variedades mexicanas de frutos grandes y cremosos, muy superiores a los aguacates pequeños y de poca pulpa que hoy dominan los mercados globales.
La variedad más apreciada era la Catalina, de gran tamaño, piel verde claro, pulpa amarilla intensa y sabor excepcional. Otras como A. García, Amado Gómez, Manteca y Wilson Popenoe también eran muy cotizadas.
El auge de la aguacultura cubana
A mediados del siglo XX, Cuba era el único país con capacidad para exportar aguacates a escala comercial. Su producción anual ascendía a 60 millones de unidades, de las cuales exportaba unos 45 millones, generando ganancias cercanas a los 25 millones de dólares actuales.
El Día de Orula en Cuba: historia, rituales y devoción al orisha de la adivinaciónEl éxito se debía a la adaptación de variedades mexicanas de frutos más grandes y cremosos, como la Catalina, la más apreciada.
Cuba dominaba completamente el mercado estadounidense, enviando su producción a ciudades con grandes comunidades latinas como Nueva York, Miami y Los Ángeles.
Miles de trabajadores laboraban en las plantaciones, cosecha y empaque en regiones como La Habana y Pinar del Río. Existían más de 30 empacadoras registradas solo en La Habana.
Exportación récord a Estados Unidos
La exportación de aguacates cubanos a Estados Unidos se remonta al siglo XIX gracias a gestiones realizadas ante el gobierno estadounidense, que permitieron la entrada libre de aranceles por casi 50 años.
En las décadas de 1940 y 1950, Cuba exportaba entre 35 y 45 millones de aguacates anuales solo al mercado estadounidense, llegando a dominar completamente ese segmento.
El pico de embarques se daba entre junio y septiembre, con los precios más altos en julio.
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La revolución de 1959 dio un giro radical a la aguacultura en Cuba. El nuevo gobierno socialista no mostró interés en mantener las exportaciones. Además, la distancia a otros mercados potenciales (cerrada la puerta de EE.UU.) complicaba la logística.
Estados Unidos dejó de importar los aguacates cubanos, dando paso a que otros países latinoamericanos ocuparan ese lucrativo nicho. México se convirtió después en el mayor productor mundial.
Las plantaciones cubanas fueron disminuyendo paulatinamente. De no ser por algunos cultivos privados, el aguacate habría desaparecido completamente de la isla. Hoy es considerado un producto de lujo para la mayoría de los cubanos.
Legado de un pasado glorioso
Aunque Cuba perdió su cetro aguacatero hace décadas, el recuerdo de ese pasado glorioso permanece vivo entre los cubanos, especialmente entre aquellos que emigraron y añoran el sabor de variedades como la Catalina.
Para muchos, comerse un aguacate cubano en el exterior es casi un sueño imposible.
La historia del aguacate en Cuba es un ejemplo de cómo factores políticos y logísticos pueden determinar el auge o declive de una floreciente industria agrícola. También nos recuerda lo efímero que puede resultar el dominio de cualquier mercado globalizado.
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