El Día de Orula en Cuba: historia, rituales y devoción al orisha de la adivinación
Cada 4 de octubre, los fieles de la santería o regla de ocha en Cuba rinden tributo a una de sus deidades más veneradas: Orula, el orisha de la adivinación. Esta celebración conmemora al gran oráculo del panteón yoruba, parte fundamental de la religiosidad de la mayoría de las Antillas.
Orula u Orunmila: el oráculo supremo
Orula, también llamado Orunmila u Orunla, es una deidad de origen yoruba que llegó a Cuba desde el África Occidental a través de la trata esclavista entre los siglos XVI y XVII.
Encarna la sabiduría, el conocimiento y posee el don de la adivinación. Su nombre significa «solo el cielo sabe quién se salvará». Dentro de la religión yoruba, Orula es venerado como el oráculo y adivino por excelencia.
De acuerdo a la tradición, Orula presenció cuando Olodumare, el dios supremo creador, ideó y construyó el universo. Por eso conoce el destino y futuro de todas las personas y cosas.
Orula permite a través de sus métodos adivinatorios que los humanos conozcan su porvenir y cómo pueden influir en él para tener una vida próspera y feliz.
El poder de cambiar la suerte y evitar la desgracia
Orula es visto como el gran benefactor de la humanidad y el principal consejero, ya que mediante sus predicciones advierte de problemas y peligros, y recomienda cómo resolverlos o evitarlos.
El día de Yemayá en Cuba: una celebración llena de fe, cultura y tradiciónSegún la tradición, quien no acate los consejos de Orula puede sufrir toda clase de calamidades y desgracias enviadas por Elegguá, el temido orisha guardián de las encrucijadas y el destino. De ahí la importancia que se da a consultar a Orula y cumplir los rituales indicados.
Su capacidad de desvelar el futuro y de intervenir en él para cambiar la mala fortuna es uno de los motivos principales de su profunda veneración en Cuba y en toda la cuenca del Caribe.
El 4 de octubre: Día de Orula en Cuba
Cada 4 de octubre en Cuba, los devotos de la santería acuden masivamente a las casas de santería y a los babalawos para celebrar el día de Orula.
En esta fecha tan señalada se reúnen para rendir fervoroso tributo al orisha, presentarle abundantes ofrendas, bailar y cantar ritualmente para honrarlo e implorar por sus bendiciones.
La festividad de Orula se sincretiza con la celebración católica de San Francisco de Asís, cuya onomástica también es el 4 de octubre, estableciendo un paralelismo entre ambas figuras religiosas.
Ofrendas, sacrificios y objetos rituales
Para agasajar a Orula en su día grande, los creyentes suelen llevar abundantes ofrendas de frutas, dulces, miel de abeja, flores y animales. Sus colores distintivos son el verde y el amarillo.
La bolita en Cuba: un juego clandestino con raíces culturales profundasOtros elementos imprescindibles en sus ritos son el tablero adivinatorio u Opón de Ifá, las semillas de kola o ikines, el iruke o escobilla de crin de caballo, y los collares y pulseras con cuentas verdes y amarillas.
Entre los animales más sacrificados en su honor están chivos, carneros, codornices, guineas, gallos y gallinas de color negro preferentemente.
Un pilar fundamental de la santería cubana
Dentro de la compleja religión sincrética cubana derivada del culto yoruba, conocida como santería o regla de ocha, Orula ocupa un lugar central.
Sus ceremonias y sacrificios son practicados fervorosamente tanto por santeros como por babalawos o sacerdotes de Ifá.
Orula es considerado imprescindible entre sus devotos para resolver toda clase de problemas, desde enfermedades hasta dificultades económicas, conocer el destino, mejorar la suerte e influir ante los demás orishas para transformar lo negativo en cosas positivas.
La multitudinaria festividad cada 4 de octubre convoca a creyentes de todas partes de la isla para venerar con devoción la sabiduría, el poder adivinatorio y los beneficios que confiere Orula, una deidad omnipresente en la espiritualidad cubana.
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